miércoles, 18 de julio de 2007

"La cosmética es muy sencilla, pero nos la venden como algo muy laborioso"

Elaborar un cosmético es mucho más fácil de lo que se nos hace creer. Basta con 60 mililitros de aceite de almendras al que se le añaden 60 gotas de la sustancia que se elija. Así lo demuestra Paula Navarro, experta en aromaterapia, en el taller “Cuida tu belleza con las hierbas y productos de la naturaleza. Crea tú propia cosmética con ingredientes sencillos y naturales” que se imparte esta semana en la Universidad de Verano Bancaja de Guardamar.

Los alumnos del taller conocerán la historia de la aromaterapia, las propiedades de los aceites esenciales y sus orígenes, la polaridad del yin y el yang, así como aprenderán a diagnosticar el organismo a través del rostro y a reconocer los problemas físicos y emocionales, que en aromaterapia consiste en el desgaste de la mente, la energía y el cuerpo físico.

Según la profesora, los alumnos están muy interesados en conocer esta terapia basada en el olfato, y están encantados con poder elaborarse sus propios aceites, peelings y cremas, con ingredientes tan básicos como la cera de abeja y el agua de rosas, elementos que todos podemos encontrar en cualquier país. Esto es de vital importancia dada la pluralidad de nacionalidades de los participantes de la Universidad de Verano Bancaja de Guardamar.


Para Paula Navarro, la aromaterapia es efectiva sobretodo a nivel emocional, ya que consigue mejorar el bienestar personal a través del olfato y es útil para enfrentarse a miedos, ansiedades, etc., e incluso a situaciones traumáticas como aceptar la muerte. Algunos aromas útiles en nuestra vida diaria son los de los cítricos (naranja, limón y pomelo) que levantan el ánimo, dan vitalidad y alegría, o el de eucalipto, que es beneficioso para los pulmones, además de calmante. Pero, según la experta, también hay que tener en cuenta el aroma del aceite esencial. “Hay varios aceites que sirven para lo mismo, así que si un aceite no nos gusta cómo huele, lo podemos sustituir por otro. Además, si a una persona no le gusta es que no le va bien”. Un ejemplo de esto es el árbol del té que tiene un olor muy fuerte y es como un bactericida, que generalmente no gusta. Sin embargo, en un momento concreto, si se sufren hongos, soriasis, acné o eczemas, sí que agrada olfato.
Paula Navarro es consejera de mujeres emprendedoras de la Cámara de Comercio de Valencia y posee su propia marca de cosméticos naturales.

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