martes, 17 de julio de 2007

Occidente no entiende correctamente la filosofía zen


En la decoración zen, muy de moda en la actualidad, “se mete mucho la pata, porque no se conoce esta filosofía como se debería”, afirma Pilar Tomás en el taller “Decora tu casa tú mismo y casi sin gastarte nada” que imparte en la Universidad de Verano Bancaja de Guardamar. La decoradora cree que, en ocasiones, se hacen pasar por este estilo elementos que no lo son, ya que en Europa se ha adaptado la filosofía zen al modo de vida occidental de manera incorrecta.

La profesora explica que en la actualidad predominan dos estilos distintos de decoración: el primero de ellos sigue una línea funcional, recta y con influencias orientales, como el zen; la segunda de ellas mezcla estilos clásicos, de la década de los 60 o 70. Como en la moda, “actualmente se recuperan estilos que ya hemos vivido anteriormente y, en decoración, se refleja sobre todo en lámparas y sofás”, afirma Pilar Tomás.

Independientemente del estilo elegido, “para tener una casa exquisita se necesita, sobre todo, imaginación y saber qué vas a hacer para que quede bien. Además, la formación y el gusto son algo imprescindible”, explica la decoradora en su taller. Los elementos que más lucen en una casa son los tejidos y el color. Los últimos son, además, la mayor innovación que se tiene actualmente en decoración. Se ha pasado de utilizar colores salmón, pastel y suaves, a que dominen colores oscuros, fuertes y potentes como el granate, vino o violeta o que creen contraste, como el blanco y el negro.

Pilar Tomás señala que “una casa bien decorada puede ayudar en la vida diaria de quienes en ella habitan, porque la casa y su decoración transmiten sensaciones anímicas”. Un hogar está lleno de simbología y recuerdos que inciden directamente en sus habitantes. Cuanto más cómodo y a gusto se encuentre una persona en su casa mayor calidad de vida puede alcanzar; esto puede afectar incluso a su salud.

Uno de los mayores errores que se cometen a la hora de decorar una casa es pensar por separado. No es posible decorar cada habitación con un estilo distinto, toda la casa debe formar un conjunto. Para ello debe seguirse un proceso que no tiene que alterar: “primero debe conocerse la personalidad de quien vaya a habitar la casa, después se eligen los muebles y, por último, se decora el resto”, según explica la decoradora. Si el primero de estos pasos se incumple es imposible conseguir el equilibrio necesario entre una casa y sus habitantes.

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